Mi experiencia en el Tarot Ávila
Mi primera experiencia en el ámbito del mundo esotérico fue cuando cumplí los 17 años. Por aquel entonces, yo vivía en la provincia de Alicante, pero veraneaba vamos en un pequeño pueblo que estaba situado al norte de Ávila. Cada verano, iba allí con mis padres y me juntaba con mi particular grupo de amigos a los que tan sólo veía una vez al año.
A medida que nos íbamos haciendo mayores, nos íbamos interesando por otras cosas y, precisamente por ello, cuando cumplí los 17 años, yo llegué al pueblo con un problema que había tenido con un chico y estaba tan enamorada que convencí a mis amigas para que fuéramos a ver a una vidente que me pudiera decir mi futuro.
Nunca había probado un tipo de servicio de tarot Ávila ni mucho menos, pero si que conocía a personas que lo habían hecho y que, gracias a las interpretaciones de las cartas, habían sabido cómo proceder ante un determinado problema.
A continuación, os comento como fue mi experiencia:
Experiencia con asuntos relacionados con el amor en el tarot Ávila
Estábamos muertas de miedo. Era como si estuviéramos haciendo algo prohibido o algo que no iba a estar bien de cara a nuestros padres; como si nos hubiéramos hecho un tatuaje sin tener permiso para ello.
Entramos en un pequeño establecimiento físico en donde una de mis amigas había comentado que vivía una vidente muy conocida en el pueblo a la que muchas veces había recorrido su propia madre para ver ciertas cosas que se terminaron cumpliendo en el futuro.
Lo primero que me sorprendió en este servicio de tarot Ávila era que nada más llegar supo que era yo la persona que tenía un problema y hasta adivino que estaba relacionado con el amor.
Me dijo que era capaz de captar mi energía y que estaba deprimida por algo: sin embargo, antes de realizar tan siquiera la tirada de cartas, me dijo que todo se solucionaría pronto.
Nos sentamos haciendo un pequeño corro en el suelo y luego todas nos dimos la mano. Cuando la vidente recogió toda la energía necesaria que le hacía falta para empezar con la tirada de cartas, me dijo que me relajase y que cortase la baraja de la forma en la que quisiera.
Fue entonces cuando lanzó las tres cartas que marcaría mi futuro para siempre:
La primera carta, la relacionada con mi pasado, no reveló nada especialmente importante: mostraba una infancia bastante feliz con la que estuve completamente de acuerdo.
La segunda carta, ya más relevante, hacía referencia al presente: Salía algo de un amor roto, una infidelidad (que, desgraciadamente, más adelante termine comprobando que era verídico) y un período de sentimentalismo y hundimiento del que me costaría salir, pero que lo terminaría consiguiendo.
Y finalmente, todas con tuvimos el aliento en el momento en el que la tercera carta se terminó deslizando encima de la mesa: esa carta era ni más ni menos que la de “La Muerte”.
Fue en ese momento cuando me quise levantar de la mesa y abandonar completamente el tarot Ávila.
La mujer me dijo que, teniendo en cuenta las cartas anteriores y mi problema, la carta de “La Muerte” no hacía referencia a que me fuera a pasar nada grave en mi futuro, sino más bien que iba a presentarse un nuevo amor que por fin iba a ser capaz de darme todo lo que había estado esperando en mi vida.
Y, efectivamente, lo pasé mal, muy mal pero un año y tres meses después de esa tirada, acabé conociendo el chico que actualmente es mi pareja ya que no abandonaría por nada del mundo.
Puedo decir con toda certeza que el tarot Ávila funcionó a las mil maravillas.