Hoy quiero hablaros sobre un tema algo tabú en la sociedad y que cada vez un poco más, se va haciendo un hueco entre la sociedad actual; Los tarotistas profesionales.
Los temas de Tarot suelen tener un respeto en si porque no todas las personas tienen creencias sobre ello y muchas personas prefieren quedarse en el umbral del “ni creer ni no creer”.
El Tarot es una práctica por la cual se obtiene información sobre el pasado, el presente y el futuro y donde se obtiene una orientación básica para la solución de posibles problemas por los que se pudieran estar pasando, quedando la decisión final en las manos de quien este en la situación.
He de decir que yo me encontraba en el umbral del no creer, y me limitaba simplemente a decir que realmente todas las personas que se dedicaban a esta actividad eran una farsa y que los tarotistas profesionales realmente no existían.
No hace mucho fue el azar realmente el que me llevó a estar en una situación en la que pude encontrarme cara a cara con uno de estos llamados tarotistas profesionales. Me encontraba visitando a una vieja amistad de la cual hacía años que no sabía nada y que por redes sociales habíamos retomado el contacto. Mi sorpresa fue cuando llegue a su casa y me enteré de que su pareja se dedicaba de lleno a los temas de videncia y de Tarot.
En un principio no quise meterme en el tema porque respetaba a quien quisiera dedicarse a ello aunque mis creencias no fueran exactamente lo que ellos esperaran. Dado que ella se encontraba terminando un trabajo con sus cartas, cuando terminó parece que intuyó que por alguna razón mis pensamiento no eran del todo positivos hacia ella y entonces me ofreció el servicio de una tirada de cartas totalmente gratuita por si necesitaba aclarar algún problema que intuía que yo tenía.
He de decir que evidentemente tenía algún problema (como todos probablemente), y aunque al principio me negué acabé accediendo por pura curiosidad a probar uno de estos trabajos que realizan los llamados tarotistas profesionales.
Puedo decir actualmente que me sorprendí, ya que yo únicamente le di información sobre mi nombre y mi fecha de nacimiento, y pudo sacar muchos aspectos de mi vida que yo no había nombrado y que tampoco podía saber, ya que mi relación con su pareja en los últimos años había sido prácticamente nula y no podía saber de ninguna manera de mi vida más actual. También me habló sobre mi vida amorosa, algo que realmente solo sabía yo y la persona en sí que se encontraba unida a mí en ese momento.
Hoy en día puedo decir que quizá crea un poco más en los tarotistas profesionales y que parece ser que realmente si existen, por lo que desde aquí puedo asegurar a quien esté en duda que en efecto si hay personas ahí fuera capaces de mover energías para saber sobre nuestros problemas y lo más importante, orientarnos sobre las posibles soluciones.